En 1952, un equipo de arqueólogos encabezado por el Dr. Alberto Ruz realizó uno de los descubrimientos más recordados en la historia de la arqueología en México. Se trataba del importante hallazgo de una enorme cámara funeraria (al interior del Templo de las Inscripciones, en Palenque, Chiapas) en cuya nave central destacaba una enorme lápida labrada que, luego de ser removida, permitió a los afortunados especialistas, descubrir los tesoros que acompañaban al cuerpo del señor Pakal, gobernante de esa famosa capital maya entre los años 615 y 683 de nuestra era. En la Sala Maya del Museo Nacional de Antropología, desde el momento mismo de su creación en el Bosque de Chapultepec, en 1964, fue concebida un área especial en la que una réplica de esta fantástica cámara y una serie de tres vitrinas, permiten al visitante entender el contexto y admirar las joyas recuperadas tras este memorable hallazgo.
Durante tu visita a la Sala Maya, no dejes de admirar los anillos, los collares, pero sobretodo, la espectacular máscara de jade que cubría el rostro del misterioso gobernante. Ésta, recientemente restaurada para devolverle su aspecto original, luce ahora más bella que nunca sus delicadas cuentas de jade rematadas con sus espectaculares ojos de concha y piedra que, desde tiempos de los antiguos mayas, parecen observar al espectador desde lo más profundo del tiempo…
0 comentarios:
Publicar un comentario